Kabingara AA

En toda la fértil región de Kirinyaga, más de 800 agricultores cultivan pequeñas fincas de café de unos 250 a 350 árboles. Con una altitud de unos 1.750 metros, los días cálidos y las noches frescas ayudan a cultivar cerezas de café dulces y densas, que aportan el maravilloso carácter que distingue al café keniano.

La estación de lavado es propiedad de la Karithathi Farmers Cooperative Society, que se encarga de su gestión. Los agricultores reciben apoyo técnico agronómico de nuestro socio exportador Sucafina Kenya, con el objetivo de minimizar las adiciones al suelo y maximizar al mismo tiempo el rendimiento y la calidad.

Proceso:
Los pequeños agricultores recogen a mano cerezas rojas maduras y las entregan a la fábrica de Kabingara. En la fábrica, el encargado de las cerezas supervisa meticulosamente la selección visual y la flotación, y sólo acepta cerezas densas y maduras.

A continuación, las cerezas se despulpan y fermentan. Tras la fermentación, el café se lava con agua limpia y se pone a secar en lechos elevados. Los trabajadores rastrillan el pergamino con frecuencia para garantizar un secado uniforme. Cubren el pergamino de secado durante las horas más calurosas del día, para mantener un secado lento y uniforme, y por la noche, para resguardar el pergamino de la humedad. El pergamino tarda una media de 7 a 14 días en secarse.

Kabingara tiene todo lo que nos gusta del café keniano. Frutal y totalmente lavado, le esperan las jugosas notas de la grosella negra fresca y el fragante hibisco. Limpio y fresco, la acidez es prominente pero bien equilibrada por un final azucarado.